Entre la vida y la muerte: ¿qué nos enseñan las ECM sobre el sentido de vivir?

Yochanan

abril 18, 2025

A veces, solo cuando enfrentamos la muerte, comprendemos el valor de la vida. Las personas que han tenido una experiencia cercana a la muerte (ECM) (Amazon) describen momentos únicos, intensos y profundamente transformadores. A través de sus historias, podemos aprender a vivir con más sentido, conexión y gratitud.

Este artículo reflexiona sobre lo que revelan las ECM y cómo sus enseñanzas pueden cambiar nuestra manera de vivir, incluso sin pasar por esa frontera.

¿Qué es una experiencia cercana a la muerte?

Una experiencia cercana a la muerte ocurre cuando una persona está al borde de morir, pero sobrevive. Durante ese tiempo, muchas personas relatan haber vivido situaciones fuera de lo común. Por ejemplo:

  • Sensación de dejar el cuerpo y observar desde arriba
  • Ver una luz brillante y pacífica
  • Sentir un amor inmenso
  • Encontrarse con personas fallecidas
  • Revisar momentos importantes de su vida

Aunque la ciencia aún debate su origen, quienes la viven aseguran que es una experiencia muy real. Y lo más importante: cambia su forma de ver la vida.

La vida es frágil y valiosa

Una ECM muestra cuán frágil es la existencia. Lo que creemos seguro puede desaparecer en segundos. Esta conciencia no genera miedo, sino un nuevo respeto por la vida.

Una mujer de 39 años, sobreviviente de un accidente en Periférico Sur (Ciudad de México), relató:
“Mientras los paramédicos me atendían, sentí que flotaba sobre mi cuerpo. Todo estaba en silencio. Entendí que lo importante no era lo que tenía, sino a quién amaba. En ese momento, todo cobró sentido.”

Este tipo de revelación lleva a muchas personas a valorar más el presente y a dejar de lado lo superficial.

Vivir el presente con intención

Después de una ECM, las personas suelen cambiar su relación con el tiempo. Dejan de preocuparse por el pasado o por lo que aún no sucede. Aprenden que el momento presente es lo único real.

Un joven de 22 años, atendido en un hospital de Tláhuac tras una sobredosis, compartió:
“En ese estado, sentí que revivía toda mi vida. Mis errores, mis alegrías, todo estaba ahí. Cuando desperté, decidí vivir lento y vivir bien.”

Este cambio se refleja en acciones simples: escuchar con atención, disfrutar de una conversación, mirar el cielo, agradecer por estar vivos.

El amor como centro de la experiencia

Muchos relatos de ECM coinciden en un punto: durante la experiencia, la persona siente un amor inmenso, universal y sin condiciones. Es un amor que abraza, comprende y calma.

Esta vivencia transforma la forma de relacionarse. Las personas empiezan a:

  • Perdonar con más facilidad
  • Ser más empáticas
  • Valorar las relaciones humanas
  • Dar amor sin esperar nada a cambio

El amor, según estos testimonios, se convierte en el verdadero sentido de vivir.

Cambios reales después de una ECM

La transformación no es solo emocional. También hay cambios concretos en la vida diaria. Quienes han vivido una experiencia cercana a la muerte suelen:

  • Cambiar de profesión o estilo de vida
  • Dedicar más tiempo a su familia
  • Buscar ayudar a otros
  • Explorar su espiritualidad

Por ejemplo, un hombre que fue atendido en el Hospital de Xoco dejó su trabajo en finanzas y creó un comedor comunitario en Iztapalapa. Según contó, después de su ECM, sintió que su propósito era servir a los demás.

Lo que todos podemos aprender

Aunque no todos viviremos una EQM, sí podemos aprender de quienes sí lo hicieron. Sus historias nos recuerdan cosas esenciales:

  1. La vida es un regalo.
  2. El tiempo pasa rápido.
  3. Amar es lo más importante.
  4. La muerte no es el final.
  5. Vivir con sentido está en nuestras manos.

Reflexionar sobre estos puntos puede ayudarnos a tomar mejores decisiones y a reconectar con lo que realmente importa.

ECM y espiritualidad en la Ciudad de México

La Ciudad de México, rica en tradiciones y creencias, ofrece un contexto especial para interpretar estas experiencias. En barrios como Coyoacán, Azcapotzalco o Milpa Alta, muchas personas integran la espiritualidad a su vida cotidiana.

Algunos ven las ECM como señales de Dios. Otros como una forma de despertar interior. También hay quienes, sin seguir una religión, experimentan un cambio profundo en su forma de sentir la vida.

Lo importante no es cómo se interpreta, sino lo que cambia en el corazón de cada persona.

Morir para despertar

Curiosamente, muchas personas que han estado cerca de la muerte dicen que esa vivencia les despertó a la vida. Al cruzar ese umbral, aunque sea por unos minutos, descubrieron lo que de verdad importa.

Se preguntaron cosas como:

  • ¿Estoy viviendo con propósito?
  • ¿Estoy dando lo mejor de mí?
  • ¿Amo lo suficiente?
  • ¿Qué estoy esperando para cambiar?

Estas preguntas, nacidas del borde entre la vida y la muerte, pueden ser semillas de transformación para todos nosotros.

Conclusión: vivir con más conciencia

Una experiencia cercana a la muerte puede cambiar una vida para siempre. Pero también puede cambiar la nuestra si estamos dispuestos a escuchar, reflexionar y actuar.

No necesitamos morir para empezar a vivir con sentido. Podemos comenzar hoy:

  • Valorando lo que tenemos
  • Cuidando nuestras relaciones
  • Siendo más compasivos
  • Disfrutando del presente

Porque entre la vida y la muerte hay un espacio breve, pero profundo. Y en ese espacio, podemos encontrar el verdadero sentido de vivir.

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